Si quieres felicidad, debes procurártela tu mismo

Si quieres felicidad, debes procurártela tu mismo

Al igual que realizamos ejercicio físico y tenemos una dieta saludable para mantener nuestro cuerpo tonificado y en forma, es fundamental procurar a nuestro entramado psicológico los nutrientes y actividades que necesita para desarrollarse con salud y en plenitud .

En general, todos ambicionamos la autorrealización y el sentimiento de plenitud pero éste solo es posible alcanzarlo con consciencia y orientándonos hacia actitudes, experiencias, emociones y formas de pensar que colaboran hacia ello.

La autorrealización, entendiendo como tal el funcionamiento de un individuo a favor de una vida plena y con sentido desde un punto de psicológico pasa por alcanzar un equilibrio adecuado en seis dimensiones fundamentales que deben ser favorecidas por cada uno de nosotros.

  • Autoaceptación . Mantenimiento de una actitud positiva hacia uno mismo así como hacia la vida pasada y admitiendo y aceptando diversos aspectos de uno mismo.

Es probable que en este punto sea conveniente la colaboración de un profesional externo que nos acompañe a observar pasajes de nuestra vida y aspectos de nosotros mismos con otros ojos. Este ejercicio supone valentía y coraje pero es básico para sentirnos conformes y confiados con nosotros mismos y tomar conciencia de nuestro verdadero potencial. Lo que no nos gusta de nosotros debe ser observado, asumido e interiorizado para poder trasformarlo o transformar nuestra interpretación sobre ello y lo mismo sucede con nuestras vivencias.

  • Autonomía . Construcción y exhibición de una dirección personal guiada por estándares personales propios que no entrarán en conflicto con los estándares sociales. Estructuración personal a través de estándares internos sólidos, basadas en el respeto (incluido el auto respeto) y la capacidad de ser consecuentes.

La autonomía se sustenta sobre la base del autonocimiento y la autoaceptación . Es decir, sólo si sé quien soy y me acepta tendré una forma genuina y consolidada de estar en el mundo .

  • Dominio del entorno . Adquisición de la capacidad de manejar un entorno complejo a través de la habilidad de moldear las estrategias en favor de las necesidades propias sin vulnerar las ajenas.

Tomar el control de mis actitudes, ser consciente de mi mismo en relación en mi interacción con el mundo y responsabilizarme de mis actos y mi lenguaje trasforma mis vivencias.

  • Relaciones positivas con los demás . Creación de relaciones personales afectuosas, satisfactorias, de confianza sostenidas a lo largo del tiempo en las que prima la empatía, la sensación de incondicionalidad y seguridad.

Este es probablemente uno de los grandes retos de nuestra sociedad cada vez más individualista y digitalizada. Pese a los avances y las tendencias sociales lo cierto es que nuestra esencia continúa siendo humana y esencialmente social. Cuando nos negamos o nos restringimos la opción de tener un entorno de personas físicas nutridas, seguras y saludables nos estamos negando diversión, amor, equilibrio, enriquecimiento, seguridad…

  • Crecimiento personal. Atendiendo y procurando activamente el desarrollo del propio potencial personal, teniendo un sentido de la trasformación consciente y estando abierto a experiencias nuevas y desafiantes.

Cambiamos y nos modificamos con el tiempo y las experiencias, eso es un hecho ineludible. Sin embargo, el crecimiento personal supone ejecutar la capacidad de dirigir esa transformación de forma intencionada hacia adelante para no estancarnos en experiencias pasadas o repetir incesantemente el mismo repertorio. Supone darnos la oportunidad de aprender de nosotros y con nosotros.

  • Propósito de vida. Teniendo metas y creencias que afirman el propio sentido de dirección en la vida y sintiendo que la vida tiene propósito y sentido.

Ancestralmente los instintos básicos, cuentos como el hambre, la sed y la reproducción eran suficientes para dirigir la vida. Esto se ha ido enriqueciendo, nutriendo y transformando con el avance intelectual y socioeconómico.

Paradójicamente, ahora que en general se goza de todo lo necesario para sobrevivir y muchísimo más tenemos los índices de ansiedad y depresión más elevados de la historia. Innumerables investigaciones han demostrado que estos síntomas son tanto más elevados cuanto menor es la atención e implementación de los cinco aspectos antes citados y cuanto más desconexionados estamos de entender el propósito y el sentido de nuestras vidas.

Resulta paradójico que siendo como somos una sociedad experta en trabajar, orientados a la excelencia y la calidad no terminamos de entender que el trabajo más importante es el que realizamos con nosotros mismos . Este es precisamente el que nutre nuestra parte profesional y el resto de ámbitos de nuestra vida, al mismo tiempo que es el único camino que conseguirá hacer de nuestra existencia un proceso pleno.

“No es necesario estar enfermo o tener un problema para acudir a un psicólogo, es suficiente son sentir que se puede estar aún mejor. Tampoco acudir a un psicólogo tiene que ser un proceso largo, podemos utilizar este recurso para darnos la oportunidad de mirar algún aspecto de nosotros o de nuestras vidas desde otra perspectiva que nos permita tener otra interpretación y repertorio nuevos”.

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